16/05/2014

LAS REDES DE VALOR EN RESPUESTA A LA DEMANDA


LAS REDES DE VALOR EN RESPUESTA A LA DEMANDA

Gabriel Izard Granados
Universidad Autónoma de Barcelona

 

Resumen

La importancia de las comunidades de práctica en el aprendizaje y la gestión del conocimiento puede verse en la perspectiva de la gestión empresarial. También estos conceptos pueden verse en su aplicación en lo que está alrededor de la empresa, lo que está en su órbita y más concretamente en la órbita de las relaciones de la empresa con sus interlocutores.

Cada empresa tiene una situación concreta en la cadena productiva y comercial que le marca su posicionamiento. En esta posición se tienen unos vínculos hacia arriba (upstream) y hacia abajo (downstream) que cada vez se refuerzan más en el contexto de la economía actual. La actividad empresarial hoy en día no es un hecho aislado gestionado con una visión individual a modo interno. Las empresas están cada vez más interconectadas para dar respuesta a las necesidades del mercado. El concepto de redes de valor se extiende cada vez con más fuerza y su desarrollo y capacidad de gestionarla proporcionan gran parte de los éxitos empresariales.

Uno de los impulsos que demandan  esta actividad empresarial en red, es el conocimiento de la demanda. Con el uso de las tecnologías de la información es posible conocer el detalle de la evolución de la demanda y anticiparse con previsiones sobre su comportamiento próximo y futuro a través de los datos obtenidos en las actividades de venta. Es muy importante de que estos datos no se queden en las manos de la empresa que tiene la capacidad de generarlas al estar situada al final de la cadena y es la que atiende al consumidor final. Los datos de la demanda deben circular entre las empresas que participan con la fabricación y distribución de los productos para poder sacar el máximo provecho de ellos. La respuesta a la demanda por los integrantes de la red, facilita la creación del valor para el desarrollo de oportunidades y mejorar la satisfacción del cliente final.

En este artículo  analizamos la gestión del cambio en las industrias del gran consumo y vemos como las redes de valor en respuesta a la demanda pueden beneficiarse de los sistemas de aprendizaje y gestión del conocimiento de las comunidades de práctica multi-empresariales.

 

A modo de introducción

Partiendo de que la red de valor (“cadena de valor” en terminología de Michael Porter, 1985) está constituida por un conjunto de agentes activos que interactúan y con ello consiguen resultados superiores en sus actividades, nos planteamos analizar en el marco de los efectos del entorno económico actual, los cambios y el desarrollo de sistemas de aprendizaje no formal de los integrantes de  las redes de valor que dan respuesta a la demanda.

Nos interesa analizar cómo la cadena de valor puede verse como comunidad de práctica multi-empresarial que es capaz de involucrar en un proceso de aprendizaje a personas de múltiples organizaciones con un objetivo común: dar mejor servicio los consumidores, respondiendo al conocimiento del comportamiento de la demanda. La aparente contradicción de compartir conocimiento entre empresas que a menudo están compitiendo, se supera con la obtención de ventajas por parte de todos los integrantes; ventajas a las que hay acuerdo implícito sobre como asignarlas a los participantes. Este aspecto clave (compartir ventajas) dinamiza las actividades de las empresas involucradas y su éxito depende de capacidad de que en esta comunidad de práctica pueda dar resultados y ventajas competitivas, que se traducen en un mayor éxito hacia los consumidores.

El contexto económico actual, la disponibilidad y capacidades de las tecnologías de la información,  plantea unas posibilidades que superan cualquier momento anterior y que posibilitan la explotación de experiencia mucho más allá que nunca. La capacidad de desarrollo en programas informáticos y de  bases de datos contribuye en posibilidades de mejora y eficiencia de los usuarios, tanto por los resultados de los distintos procesos de información, como por la inmediatez en el acceso a los datos. La utilización de las actuales posibilidades de almacenaje de datos en la “nube” es ilimitado y la extensión de las posibilidades de comunicación interpersonal de internet al mundo del intercambio de datos entre las empresas. La movilidad que facilita la utilización de la herramientas de comunicación móviles como los teléfonos inteligentes a las tabletas conectadas a la red y los sistemas de información empresarial, aporta mayor ventajas y posibilidades para que las redes de valor en respuesta a la demanda se ajusten al momento y necesidades precisas de cada lugar en el que se realiza la operación.

La red de valor es pues una comunidad de práctica multi-empresarial que tiene capacidades y dispone de herramientas, y que afronta los cambios con nuevas capacidades gracias a los aprendizajes que son capaces de generar. Veamos a continuación los retos del nuevo entorno económico para las empresas que participan en las redes de valor en respuesta a la demanda.

Gestión del cambio en las industrias de gran consumo

Gallit. (2014) nos recuerda que la introducción de nuevos productos, servicios y tecnologías necesita que se  mejoren  los procesos colaborativos entre empresas participantes de la introducción, y  para ello el éxito del cambio necesita la interacción ente personas.

Con los retos del nuevo entorno económico resultado de la crisis,  las empresas se apuntan al cambio con la búsqueda del éxito en sus actividades a través de: (Gallit:2014,1)

1) Nuevas formas de conectar con los consumidores para capturar sus nuevas preferencias;

 2) Nuevas formas de colaborar con proveedores e interlocutores comerciales que participan en la cadena de suministro para optimizar los intercambios con el uso de las nuevas tecnologías  de comunicación  y las correspondientes capacidades

3) Utilización del poder de la marca para defender  los márgenes comerciales derivados de su reputación entre los consumidores

 4) Innovación  en servicios y productos como herramienta para mantener el crecimiento.

Estos frentes de actuación demandan una gran  interacción entre los miembros de las redes que conectan los participantes  en la gestión de los procesos de fabricación y comercialización de los productos. En todos los casos se necesitan las tres dimensiones (Vasquez, 2011: 55) que caracterizan la Comunidad de Práctica: objetivo común, compromiso mutuo, repertorio compartido. De forma resumida, el objetivo común es el consumidor, el compromiso mutuo es la mejora y respuesta rápida y si puede ser anticipada a sus necesidades, el repertorio compartido es las actividades verticales de eficiencia que se dan en la red.

El cuadro 1 resume las prioridades y tendencias actuales en el marco de los cambios: el comportamiento las empresas detallistas, tecnologías que se utilizan en las redes de valor, comportamiento de los consumidores y las características del clima del entorno. En los cuatro aspectos se aprecian mayor número de actividades de las redes de valor y la justificación de la necesidad de concretar estrategias colaborativas.

 

CUADRO 1: PRIORIDADES Y TENDENCIAS

Comportamiento de los detallistas
El precio y la reducción del inventario
Múltiples formatos  y canales
Aumento de requerimientos para la entrega
Aumento del poder de la marca de distribución
Tecnologías
Identificación automática con etiquetas de radio frecuencia RFID
Sistemas avanzados de análisis del comportamiento de los consumidores
Sincronización de datos global
Integración de sistemas inteligentes de seguimiento de productos
Consumidores
Orientación a precio
Mayor preocupación en temas de salud y seguridad
Mayor interés en productos naturales
Mayor demanda de servicios
Utilización de múltiples formatos
Clima del entorno
Aumento de costes
Crecimiento de mercados emergentes
Foco hacia lo natural y protección del medio ambiente
Saturación del mercados y de la proliferación de nuevos productos
Concentración del mercado

FUENTE. Elaboración propia a partir de Gallit (2014)

Algunos ejemplos de la aplicación de la gestión del cambio en las redes de valor de los aspectos destacados en el cuadro 1 son los siguientes:

En comportamiento de detallistas: Reducción de inventario gracias a  la colaboración (redes de valor) que proporciona aumento en la confianza en el suministro. También la marca de la distribución precisa un gran compromiso del fabricante hacia su cliente-distribuidor para fabricar su marca.

En  tecnologías: la identificación automática de los movimientos de las mercancías requiere que los que etiquetan el producto y los que lo identifican utilicen la normativa aceptada voluntariamente para la colaboración. Otro ejemplo es  el uso de bases de datos con información del comportamiento de los consumidores en la tienda, para tomar decisiones en ámbitos productivos o de márketing. También lo es  la sincronización global de los ficheros maestros de productos de los fabricantes y distribuidores para mejorar las eficiencias en el ámbito de las operaciones.

En los consumidores: la selección de los productos que forman parte del surtido y la introducción de nuevos productos, se decide con datos históricos de venta (demanda real) y estudios sobre necesidades y pruebas piloto con la participación de los consumidores. Compartir los resultados de estos estudios entre los participantes de la red aporta ventajas competitivas.

En el entorno: la reducción de costes y el objetivo de protección del medio ambiente se aplica en el diseño de los envases y embalajes y la utilización de criterios aceptados por todos los miembros de la rede basados en la reducción de desperdicios.

Las redes de valor en respuesta a la demanda y la comunidad de práctica

Beckett, (2011) apuesta por la creación de una red de valor guiada por la demanda (Demand Driven Value Nerwork, DDVN) para desarrollar los conocimientos que aportan los beneficios derivados de la reducción de costes de la cadena de suministro.

Este foco permite  realizar profundas mejoras a lo largo de toda la cadena por parte de las empresas que fabrican o distribuyen productos de gran consumo. Las organizaciones empresariales que  son capaces de implantar estas redes de valor como respuesta a la demanda, aceleran las ventas con menos inventarios y una devolución de los activos 1,5 veces superior de la media de la industria (Steuterman: 2010). También se informa de mejoras en la gestión de los inventarios, la gestión de las promociones y la introducción de nuevos productos como consecuencia del aumento de las relaciones entre los fabricantes y los distribuidores. Para obtener estas mejoras se necesita abordar grandes retos que exigen compromisos entre los participantes de la cadena de suministro y un detallado plan para su implementación.  

 Seguimos a  Beckett (2011:2), que lo aborda en 10 puntos relacionados con el aprendizaje informal y las comunidades de práctica entre todos los miembros de la cadena

CUADRO 2: RED DE VALOR GUIADA POR LA DEMANDA

1
Pensar en el lago plazo
2
Estar preparado por el reto del cambio cultural
3
Involucrar toda la cadena de distribución
4
Llevar el proyecto como si fuese una empresa
5
Utilizar los datos con cautela
6
Seleccionar socios con experiencia
7
Tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien
8
Empezar con objetivos claros y definiciones de éxito
9
Establecer tácticas para su desarrollo
10
Estar preparado para una abundante dosis de nuevas oportunidades.

                     Fuente: Elaboración propia a partir de Becket, 2012

El detalle de los puntos del cuadro 2 apunta hacia la visión de que la red de valor guiada por la demanda, está muy relacionada con el aprendizaje acerca de las nuevas formas de desarrollar la actividad profesional. Se incluyen aspectos estratégicos y tácticos, todos en un enfoque colaborativo y que demandan identificación de los participantes con los proyectos que se lancen en la red. Como se aprecia en el cuadro, los temas que se apuntan, se podrían aplicar a las comunidades de aprendizaje de otros ámbitos. Pensar en el largo plazo, tratar el cambio cultura, seleccionar los interlocutores, gestionar el proyecto como si fueses una empresa, etc.. todo ello son oportunidades que se dan en estas formas de aprendizaje.

La superación de las barreras que los participantes pueden tener, es también un gran reto que puede suponer la invalidez del proyecto colaborativo. Muchas barreras se encuentran en el cambio cultural que supone pasar de la protección de tus conocimientos, que te ofrece la organización a la sensación de pérdida que supone compartir. La reducción de las dificultades para compartir conocimientos, pasa por superar el miedo a perder los activos que las personas tienen con sus culturas, perder la sensación de que si se explica todo pueden apreciarse las debilidades e incompetencias, mantener la posición de experto o especialista en el tema sin que otros puedan substraer los conocimientos propios simplemente copiándolos, etc… (Vasquez, 2011, 59)

¿Cómo convertir en una comunidad de práctica a las redes de valor guiadas por la demanda?

El enfoque de las empresas  hacia la red de valor guiada por la demanda, utiliza datos sobre la previsión de la demanda para que los responsables de la gestión y de la innovación los utilicen en sus actividades. Los proveedores de tecnologías de la información integran herramientas informáticas en la gestión con datos de la demanda que los participantes de la red utilizan para tomar decisiones efectivas de negocio. Estas herramientas actúan para informar sobre los distintos elementos de control como: producto, cantidad, surtido precio, etc, … a partir del conocimiento de lo que está pasando con la demanda. Y para que sean realmente efectivos necesitan la visión de colaboración estratégica entre los interlocutores comerciales. La voluntad de participación de los integrantes de la red, de la cadena de distribución, se convierte en una condición imprescindible para la innovación.

Una comunidad de práctica es un grupo de personas ligadas por una práctica común, recurrente y estable en el tiempo, y por lo que aprenden en esta práctica común (Vasquez S: 2011, 53). La red de valor guiada por la demanda, desarrolla prácticas con el objetivo común de obtener mejoras en la gestión de la cadena. Estas prácticas reflejan el entendimiento de los miembros sobre lo que realmente es importante para ellos y el resultado organizativo se desarrolla en las sucesivas etapas como forma de conocimiento sobre las actividades a realizar. Por consiguiente, el aprendizaje como fenómeno social encuentra en la las redes de valor el entorno que favorece la transmisión de los elementos que forman parte de la profesión para atender estas situaciones de cambio. La interacción con las distintas situaciones que se dan en las operaciones ligadas al nuevo enfoque de respuesta a la demanda, complementa la visión de comunidad en práctica de estas redes.

Se necesita involucración e implicación de los integrantes. Y no todos los participantes tienen el mismo rol. Sin ninguna duda el papel de los líderes es esencial para el éxito de cualquier programa de la red, aunque con ello no es suficiente: la comunidad de práctica facilita a los miembros activos que participan en la creación  y ejecución de los conocimientos y contenidos que se ponen en marcha, los elementos para hacer esta actividad a través de reuniones, responsabilidad en los análisis, etc. También el tercer elemento de la comunidad de práctica o miembros periféricos que no participan activamente pero observan, aprenden (los “lurkers” o mirones) utilizan los conocimientos que se comparten.

Revisión del contenido de las actividades de la red de valor guiada por la demanda

¿Cuáles son las implicaciones de la puesta en marcha de las actividades de la red para las empresas fabricantes y las empresas detallistas?

¿En qué consiste la ejecución  de la respuesta de la red a conducida por la demanda?

FIGURA 1: EJECUCIÓN DE LA RESPUESTA CONDUCIDA POR LA DEMANDA

 


Para optimizar la planificación y los procesos derivados, las empresas desarrollan las capacidades que dan soporte a la ejecución de la respuesta conducida por la demanda, con un balance positivo de beneficios para la producción y la demanda. La alineación de los procesos de integración y organizativos son las claves que facilitan la colaboración y las tácticas para conformación de las respuestas que aportan valor conjunto.

Las fuentes de información sobre el comportamiento de la demanda varían en función de la posición de la empresa en la red y la capacidad de integración vertida que se dé. Las empresas fabricantes y distribuidoras acostumbran a tener capacidades punteras ya que su proximidad y  foco hacia la excelencia del consumidor, lo exigen.

La necesidad de construir un sistema de buenas prácticas para las estrategias conjuntas de respuesta conducida por la demanda incluye también escenarios específicos como podría ser la entrega directa desde la tienda al consumidor.

Los distribuidores que necesitan ser capaces de responder a la demanda, se plantean cambios en el sistema logístico de almacenaje y entrega a las tiendas hacia sistemas de planificación y gestión más cercanos a las tiendas que den una respuesta más rápida. Las estrategias que están ganando son las capaces de combinar la innovación de producto con las prácticas sostenibles de entrega rápida. Sostenibles se refiere tanto a la perdurabilidad de la actividad en el tiempo como en el enfoque orientado al respecto al entorno y al medio ambiente.

Para dar soporte a estas políticas se necesita disponer de análisis actualizados sobre los riesgos, restricciones oportunidades y prioridades de las empresas que participan en la red. Más allá de la preocupación por el coste, los líderes de la red se preocupan en la capacidad de dar respuesta a la demanda fiable a las perturbaciones y por lo tanto minimizando el impacto del entorno haciendo más sostenible la actividad empresarial. La reducción de riesgos y la creación de valor que supone la transmisión de las señales de la demanda a la respuesta de la producción (supply oferta en inglés,  que se acerca más en este contexto a la palabra producción).

Con la ejecución de la respuesta conducida por la demanda se están consiguiendo una perfección en las actividades operacionales que reduce los inventarios en más de una tercera parte. La implicación alcanza tal como se puede ver en el gráfico a la creación de producto e innovación y todos los aspectos de la red de producción, donde la construcción de valor puede darse con la colaboración con los socios comerciales que se ven compensados con la aplicación de los procesos multi-funcional. En estos procesos se incluye la sincronización de datos sobre características de los productos y sus componentes logísticos para su manipulación y otras características relevantes para la aportación de valor a los clientes (por ejemplo características nutricionales, etc.). También se incluye los cambios de la demanda conforme a los cambios del entorno y las informaciones relevantes para la toma de decisiones rápidas en mercados cada vez más volátiles.

De forma resumida, las consideraciones para los responsables y participantes de la cadena de suministro de las empresas de producción, para poner en marcha la ejecución de la respuesta conducida por la demanda son las siguientes:

Sobre la demanda: Desarrollar las capacidades para interpretar y entender las características de la demanda incluyendo la volatilidad y lealtad, y aumentar la visibilidad de la demanda a través de procesos de buenas prácticas colaborativas.

Sobre la red de valor: Gestionar la red con enfoque de visibilidad, agilidad y colaboración a la innovación y crecimiento, atenuando riesgos y superando restricciones.

Sobre los procesos: Reconocer los procesos integrados que conectan las estrategias, la planificación  y las operaciones que facilitan la formación de capacidades de que diferencian las redes de valor de respuesta a la demanda.

Sobre el entorno industrial y económico: la red es el soporte básico para las estrategias y las actividades en cada una de las distintas situaciones que configuran el entorno, relacionadas con el lugar. Desde las restricciones de las regulaciones hasta la volatilidad de los precios o la extensión en el tiempo del ciclo de vida del producto, son alguno de los ejemplos.

Similares consideraciones podrían plantearse a los responsables y participantes de la cadena de valor de las empresas de distribución pero lo dejamos para otra ocasión para analizar con mayor profundidad

Conclusiones

Por la relevancia del sector económico que representa la fabricación y distribución de productos de gran consumo, y por el elevado número de interacciones que se dan en las redes de valor en respuesta a la demanda, todas las actividades de comunidad de prácticas para el aprendizaje de los participantes, adquieren mayor relevancia en el momento actual, donde la salida de la situación de la crisis económica supone un aumento de la tensión de las relaciones y mayores necesidades de colaboración.

En este artículo hemos revisado algunos aspectos relevantes de las tendencias de esta industria así como se puede vincular la ejecución de la respuesta conducida por la demanda, con las posibilidades que ofrecen los aprendizajes con objetivos comunes, compromisos mutuos, repertorios compartidos. Faltaría documentar con este enfoque los casos reales de éxito que se dan en nuestro país y confirmar con datos que las empresas con más éxito son las que integran estas prácticas de relación con sus interlocutores.

REFERENCIAS:

Beckett J, Kane D., Terry L. (2011) The top 10 keys to demand signal repository experience. A CGT White Paper, Consumer Goods Technology June

Galli T. (2014). A changing marketplace. Managing Change in the consumer goods industry. Viewpoint Paper. Hewlett-Packard Development Company. L.P. January. Rev. 2

Lord P.(2013) Demand-Driven Value Network Orchestration Key Initiative Overview. Gatrner https://www.gartner.com/doc/2516618?pcp=itg#a-1002648309 (consultado 9/3/2014)

Porter, M. E. (1985) Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance., New York, Free Press 1985.

Steutermann S. (2010)  States in Gartner’s Supply Chain Strategy for Consumer Products: The Handbook for Becoming Demand Driven, November

Vásquez S. (2011) Comunidades de práctica Educar 47(1) 51-68